Si tu cabello es muy oscuro y deseas que los tonos rojizos sean más evidentes, es posible que necesites decolorar tu cabello primero. La decoloración ayuda a eliminar el pigmento natural del cabello, permitiendo que los tonos rojizos se adhieran mejor.

Los tonos rojizos pueden variar desde el rojo intenso hasta tonalidades más sutiles como el cobre. Elige un tono que se adapte a tu estilo y preferencias.

Lava tu cabello con un champú suave para eliminar cualquier acumulación de productos. No apliques acondicionador antes de la aplicación del tinte, ya que esto puede crear una barrera que dificulte que el tinte se adhiera correctamente.

Aplica una capa de vaselina o crema hidratante alrededor de tu línea de cabello, orejas y cuello para evitar que el tinte manche tu piel. Viste una camiseta vieja o usa una capa protectora para evitar manchar tu ropa.

Sigue las instrucciones del tinte que elijas. Mezcla los productos según las indicaciones y aplica el tinte de manera uniforme en secciones pequeñas de tu cabello. Usa un pincel de aplicación para asegurarte de cubrir cada hebra.

Asegúrate de distribuir el tinte de manera uniforme para evitar manchas o áreas desiguales. Puedes usar un peine para ayudar a distribuir el color de manera uniforme.

Deja el tinte en tu cabello durante el tiempo recomendado en las instrucciones del producto. Esto suele ser alrededor de 30-45 minutos.

Enjuaga tu cabello con agua fría para ayudar a sellar el color. Luego, aplica el acondicionador proporcionado en el kit de tinte o un acondicionador hidratante para restaurar la suavidad y la humedad.

Usa productos diseñados para cabellos teñidos y evita lavar tu cabello con agua caliente, ya que esto puede provocar que el color se desvanezca más rápidamente.

Realiza retoques según sea necesario y utiliza tratamientos capilares que ayuden a mantener la salud de tu cabello.